Los dos adorables hijos de una madre continúan viéndola como un modelo a seguir a pesar de que sus compañeros la han llamado "monstruo."
No hay defectos innatos en la apariencia de la mujer. En cambio, está cubierta de pies a cabeza con tatuajes "al estilo de prisión" y se niega a dejar de hacerse más, alegando que es adicta a pesar de su incapacidad para encontrar empleo y el abuso verbal que sufre cada vez que sale de casa.
Sigue leyendo para descubrir cómo esta madre ejemplifica la buena crianza para sus hijos.
Melissa Sloan, de 46 años, es una mujer galesa que ha tenido una relación de amor/odio con una pistola de tatuajes durante los últimos 26 años.
Desde que tenía veinte años, ha estado coleccionando tatuajes.
Ahora que Sloan ha aceptado que es una paria social, es muy consciente de que cuanto más éxito tenga, más desafiante será su vida.
"Es como cuando tienes un [cigarrillo] o una bebida, te vuelves adicto. No puedo detenerlo ahora, es adictivo, al menos para mí. Simplemente no puedo detenerlo," dijo Sloan, agregando que desde que los salones de tatuajes comenzaron a negarle el servicio porque está "más allá de la ayuda," consiguió su propio equipo.
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Continuó, "Llevo la [pistola de tatuajes] conmigo en el maletero, me hago uno en el coche o en cualquier lugar."
Sloan sigue dejando que su pareja le haga tres "tatuajes al estilo de prisión" cada semana a pesar de que no puede encontrar un empleo remunerado debido a la extensa tinta que cubre su cuerpo y rostro.
Tiene alrededor de 800 tatuajes en su cuerpo.
Sloan declaró que una vez limpiaba baños para ganarse la vida, pero que ahora rechaza trabajos similares.
"No puedo conseguir un trabajo. No me aceptan. Solicité un trabajo limpiando baños donde vivo y no me aceptan por mis tatuajes... La gente ha dicho que nunca he tenido un trabajo en mi vida, tuve uno una vez y no duró mucho." Continuó, "Pero, si alguien me ofreciera un trabajo mañana, iría y trabajaría; aceptaría esa oferta."
Sloan afirma que es tratada como una paria ya que no puede conseguir un empleo, y que cada vez que sale de casa, es objeto de ataques verbales y burlas, además de que otros la señalan y la miran.
"Peor, cuanto más tengo, más piensan que soy un monstruo. Saltan fuera del camino y pienso '¿por qué haces eso?' Es horrible," dijo. "Esperaba esto en la vida, no puedo encajar con la gente ya que me gusta ser yo y siempre voy a ser yo misma."
Sloan también afirma que le han impedido asistir a eventos escolares en los que sus dos hijos pequeños, de 8 y 10 años, pueden participar. Ni siquiera eso puede disuadirla.
"Los niños dicen, 'mamá, te están mirando' y yo les digo 'no les prestes atención,'" dijo la entusiasta del arte corporal, agregando que sus hijos perciben las actitudes negativas hacia ella. "Dicen que mis hijos se escaparán cuando sean mayores, eso es desgarrador."
Los hijos de Sloan ya tienen una inclinación por el arte corporal, y probablemente ella los ha influenciado y alentado a usarla como modelo a seguir.
"Se pusieron algunos en los brazos anoche, tienen escuela así que tendrán que quitárselos," dijo Sloan, sobre permitir que los niños tengan tatuajes temporales, con promesas de arte permanente en el futuro. "Les digo que tendrán mejores cuando sean mayores."
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